Según los datos del Indec, se debe al incremento de las canastas básica y alimentaria. Mientras que para no ser indigente una grupo familiar requirió de $439.240.
Una familia de cuatro integrantes necesitó ingresos por 1.001.466 pesos en noviembre para no ser pobre, según la medición de canastas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Durante el onceavo mes del año, la variación de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 1,1%, mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 1,5%.
La CBA y la CBT acumulan en el año incrementos de 82,5% y 102% y resultaron en variaciones interanuales del 137,4% y 156,5%, respectivamente.
La Canasta Básica Total, que incluye tanto alimentos básicos como los bienes y servicios no alimentarios que necesita una persona o familia para superar la línea de la pobreza, aumentó 1,5% en noviembre, y en ese mes un adulto necesitó más de $324.099 para no ser pobre.
En tanto que la Canasta Básica Alimentaria, que solo calcula la comida mínima para la subsistencia y marca la línea de la indigencia, aumentó 1,1% en noviembre, por lo cual un adulto necesitó ingresos por más de $142.149 y una familia tipo $439.240 para no ser indigente.
La diferencia en la suba de ambas canastas se debe a la incidencia de los precios que incluye la CBT como vestimenta, transporte, educación y salud.
De estos ítems, educación registró el mayor incremento mensual del mes, en 5,1%; transporte 3,4%; y salud 2,9%.
El consumo cayó 0,7% en noviembre, respecto del mes anterior, en autoservicios del Área Metropolitana de Buenos Aires, de acuerdo con un relevamiento privado. Además, se registró un incremento de precios de la canasta de productos de 2,8%.
De acuerdo con el Radar mensual de Scanntech, realizado sobre la base de más de 3,6 millones de tickets procesados en autoservicios, esta tendencia es acompañada por el Interior del país, con una caída de 1,4%.
El formato de tienda autoservicio mediano es el que presenta un mayor aumento de consumo con un 1,6%; por el contrario, el formato autoservicio independiente es el que más cae en consumo: -1,5% respecto de octubre.
En el total de la canasta -que incluye alimentos, bebidas, higiene personal y limpieza-, la inflación del mes de noviembre fue 2,8%, según Scanntech. Bebidas registra el mayor ajuste de precios (3,3%).
En el mes de noviembre, se registraron con respecto al mes anterior, categorías con retracción de precios: -2,1% en harinas; papel higiénico -0,2%; lavandina -2,4%; y -0,8% en limpiadores. En todos los casos, se relevaron precios dentro de las primeras top 5 en consumo.
El consumo de alimentos y de otros bienes en Argentina registró una importante caída en 2024, debido al impacto que tuvieron en los hogares algunas medidas implementadas en el primer año de gestión de Javier Milei, destinadas a alcanzar una estabilización macroeconómica.
A lo largo de este primer año, se pueden diferenciar distintas etapas que tuvieron efectos en las compras de los argentinos. En el primer trimestre del año, se registró una suba de la inflación que se mantuvo en niveles de dos dígitos, aunque con un descenso progresivo: enero 20,6%, febrero 13,2% y marzo 11%.
En ese momento, hubo una contracción del consumo de mayor magnitud, que llegó a una baja en torno al 30% tanto en las ventas de supermercados y autoservicios, como en comercios minoristas de distintos rubros.
A partir de abril, la inflación bajó a un dígito, hasta llegar al último dato de 2,7% en octubre, según la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec. Según el Gobierno, esta inflación es cercana al efecto del crawling peg del 2% más la inflación internacional