DENUNCIAN LA VENTA DE CAMPOS EXPERIMENTALES Un grupo de expresidentes del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) redactó una carta en la que rechazan de manera contundente el proyecto de ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei.
El texto, firmado por destacados exdirectivos del instituto, denuncia un ataque a la ciencia y a la capacidad investigativa del país, que podría poner en riesgo los avances logrados en más de seis décadas de trabajo.
En la misiva, argumentan que las medidas propuestas por el Gobierno afectarían gravemente el patrimonio histórico y el futuro de la institución, uno de los pilares de la innovación agropecuaria en Argentina.
Los exfuncionarios que firman la carta, entre los que se encuentran la ingeniera agrónoma Susana Mirassou, el veterinario Amadeo Nicora, y los ingenieros agrónomos Francisco Anglesio, Carlos Paz y Carlos Cheppi, cuestionan en particular la decisión de vender una importante cantidad de inmuebles del INTA.
En total, el proyecto plantea la venta de 84 campos experimentales y chacras productivas que el instituto posee en distintas regiones del país, con la mediación de la Agencia Nacional de Administración de Bienes del Estado (AABE), representando más de 27 mil hectáreas.
"El INTA es una entidad autárquica, con recursos y patrimonio propio, donde el órgano soberano es su Consejo Directivo. No es un subordinado de nadie, y mucho menos un instrumento para liquidar el patrimonio histórico que custodian las entidades de productores", afirman los firmantes de la carta, en un claro rechazo al intento de desmembrar el INTA.
La carta subraya los logros alcanzados por el instituto a lo largo de los años, como el incremento en la producción agropecuaria, la creación de nuevas variedades de cultivos, el desarrollo de vacunas y tratamientos sanitarios para animales y vegetales, y la implementación de innovaciones en biotecnología. Según los ex presidentes, el trabajo del INTA no solo ha sido clave para el sector agropecuario, sino que también ha jugado un rol fundamental en la soberanía alimentaria de Argentina.
Además, los firmantes alertan sobre los riesgos de reducir el presupuesto y los recursos humanos del INTA, especialmente la propuesta de despido de más de 1.500 investigadores. "Están hablando de una lobotomía auto infligida en el cerebro de la ciencia nacional", señalan, advirtiendo que esta medida podría tener consecuencias irreparables en el futuro del país en términos de innovación y desarrollo.
A lo largo de la misiva, los expresidentes del INTA también expresan su preocupación por la falta de transparencia y estudios previos que respalden las decisiones del gobierno. Se cuestiona el proceso de remate de los inmuebles, que se llevaría a cabo sin un plan claro sobre el destino de los fondos recaudados ni el impacto en los proyectos de investigación y desarrollo que el INTA lidera.
"No permitamos este atropello denigrante para con una de las instituciones más prestigiadas de América Latina y del mundo. El INTA es el motor de la innovación agropecuaria, y como tal, debe ser defendido y fortalecido, no debilitado", concluyen los firmantes.
Este pronunciamiento se da en un contexto de creciente incertidumbre respecto al futuro del sistema científico y tecnológico argentino, que enfrenta recortes presupuestarios y ajustes en diversas áreas del sector público. Los expresidentes del INTA hacen un llamado a la reflexión y a la defensa de la institución, instando a sus actuales responsables a no ceder ante lo que consideran una grave amenaza a la ciencia y al futuro productivo del país.