Las ventas en jugueterías cayeron un 10%, pero los comercios esperan un repunte

NAVIDAD A BAJO CONSUMO. Respecto a 2023 las ventas en juguetes registraron una nueva caída para estas fechas, aunque los comercios esperan que el movimiento se reactive por los descuentos y las promociones. Almaceneros acordaron una canasta básica de $ 5.000 y decidieron no stockearse. Sin embargo, algunos rubros esperan una mejora en comparación con diciembre de 2023, cuando las ventas comenzaron a registrar importantes picos de caída. Por ahora, los consumidores compran lo justo para brindar.

Las compras para Navidad se mueven de manera lenta, mientras crece la expectativa de los comerciantes de que las cosas mejoren en los últimos días antes de la fecha. En jugueterías, las ventas bajaron un 10% respecto al mismo mes del año pasado, que ya había tenido una importante caída respecto al mismo mes de 2022. El resto de los rubros decidió no stockearse y ofrecer promociones: "No hay espíritu navideño", comentó uno de sus representantes.

 "Esperamos recuperar esta temporada con promociones de los bancos", explicó a este medio Julián Benítez, gerente de relaciones institucionales de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete. El ticket promedio de este año es de $ 15.000 en comercios de barrio y de $ 35.000 en cadenas donde el 80% de los productos son importados. Los precios no crecieron demasiado: en el caso de los nacionales, explica Benítez, se mantuvieron en el mismo nivel. Los importados, en cambio, crecieron un 150%. "Los precios de la industria nacional se lograron mantener en lo que va del año porque hubo un reacomodamiento de los costos. Por un lado, tuvimos un incremento de las tarifas de los servicios, pero, por otro lado, una reducción del precio de las materias primas, lo que permitió mantener los precios de los juguetes nacionales".
Lo que suceda en esta fecha no es menor. "La temporada de fin de año representa el 35% de las ventas", agregó Benítez. Lo importante es recuperar el impacto de la caída anterior, registrada para el Día de las infancias: en ese momento las ventas bajaron un 12% respecto a 2023. Son esas compras las que explican el 60% del total de lo que se vende en el año. "El nivel de actividad se está recuperando levemente en los últimos meses, pero muy a cuentagotas. Muy similar al desempeño comercial e industrial en general".  

Ante la incertidumbre, las jugueterías e importadores hicieron pedidos "muy puntuales para reponer", agregó el representante de la Cámara. "El año pasado los pedidos eran más especulativos, para stockearse y preservar el valor de sus ahorros ante la incertidumbre cambiaria".

En términos generales, y según las mediciones de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el consumo se recuperó lentamente en noviembre: creció 3,9% en ese mes respecto a octubre, aunque en términos interanuales sigue estando por debajo en un 1,7%. Acumulado en el año, las ventas minoristas bajaron un 12,2%. "El consumo minorista que nosotros medimos viene recuperándose. No es para tirar manteca al techo, pero hay menos caída", detalló a este medio Salvador Femenía, secretario de prensa de esa institución.  "Hay algunos rubros que se recuperan más que otros, pero hay un clima diferente. Está ayudando la estabilidad de precios, que permite que haya más consumo a través del crédito, pero no tanto así con la recuperación del salario real. Esta va a ser la clave para el año que viene", agregó.

"El mes de diciembre creemos que va a ser mejor que el año pasado, ya partiendo de que el año pasado fue muy malo, creo que este año va a estar un poco mejor". De acuerdo con las mediciones de CAME, las ventas minoristas bajaron un 13,7% en diciembre de 2023 respecto al mismo mes de 2022.

"No medimos las ventas parcialmente, no tenemos un termómetro semanal, lo vamos a medir después que pasen las Fiestas, pero creemos que va a ser mejor, que la gente va a concentrar las compras en los últimos días".

Los pequeños empresarios estiman que las ofertas pueden hacer una diferencia.

"Para este año nos preparamos con la mercadería justa", explicó Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires. "Las cosas fueron cambiando año a año. Ya no se venden tantas nueces, garrapiñadas y todo eso que había en una mesa navideña, sino lo justo para el brindis".  La Confederación acordó una canasta económica de $ 5.000 con algunos productos básicos. "El resultado fue el esperado. El margen de ganancia es muy pequeño, pero la idea no era ganar por bolsa sino por cantidad".

En los almacenes el consumo también repuntó respecto a la gran caída que experimentó durante los primeros meses del año. "Hay mucha mercadería que vemos que está bajando de precio, y que bajó porque no tenía una rotación como la que venía teniendo", argumentó.

Lo que no ven los comercios, por ahora, es "el espíritu navideño que veíamos cuando la gente empezaba a comprar cosas hasta un mes antes de las Fiestas".  "El espíritu navideño creo que comienza una semana antes de que sea el 24. O cuatro o cinco días antes. Y cuatro o cinco días antes uno no logra hacer toda la rotación de mercadería".

En el sector textil, "a 7 de cada 10 empresas les cayó el consumo en el tercer trimestre de 2024. En promedio las ventas cayeron un 18% interanual en cantidades", explicó a PERFIL Luciano Galfione, presidente Fundación Pro Tejer.

Para Galfione lo que suceda de ahora en adelante –y más allá de las Fiestas de fin de año– dependerá de tres factores: el grado de recomposición de los salarios, la evolución del mercado de trabajo, y las importaciones. En el primero de estos casos, "sólo se observa una recuperación del salario en el sector registrado privado. Los salarios reales del sector público y del sector privado no registrado se encuentran un 20% por debajo del año anterior", agregó. La pérdida de puestos de trabajo y la apertura comercial "impulsan un crecimiento de importaciones para el año que viene, situación que no se dio este año por el tiempo que llevó recomponer pagos al exterior por importaciones pasadas. El riesgo concreto es que muchas de estas importaciones textiles se realicen a precios de competencia desleal", por lo que "el riesgo es que una potencial recuperación del poder adquisitivo termine en un aumento del consumo de productos importados y no nacionales", sintetizó.