El Gobierno condenó el ataque ruso que afectó a la embajada de Argentina en Ucrania

“Este bombardeo constituye una grave violación del derecho internacional, que garantiza la inviolabilidad de las misiones diplomáticas", consideró la Cancillería a través de un comunicado difundido este viernes.

En el edificio afectado por el bombardeo ruso en Kiev, capital de Ucrania, funcionan varias sedes diplomáticas.

Cancillería condenó el ataque ruso perpetuado este viernes por la mañana en la embajada argentina en Ucrania y lo calificó como “una grave violación del derecho internacional”. Desde la cartera a cargo del ministro Gerardo Werthein pidieron también por el cese inmediato de las hostilidades que ocurren en el marco de la guerra entre ambos países e instaron por el respeto de las normas internacionales.
“La República Argentina condena enérgicamente el ataque de la Federación Rusa ocurrido hoy, 20 de diciembre, contra la capital ucraniana, Kiev, que ocasionó daños materiales a la embajada de nuestro país y a otras representaciones diplomáticas en dicha capital. Extendemos nuestra solidaridad a las víctimas y sus familias”, señalaron a través de un comunicado desde el ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Luego, en el mismo texto agregaron: “Este ataque constituye una grave violación del derecho internacional, que garantiza la inviolabilidad de las misiones diplomáticas. Condenamos enérgicamente cualquier acto que ponga en peligro la seguridad del personal diplomático y de la población civil, e instamos al cese inmediato de las hostilidades y al respeto de las normas internacionales”.

La sede diplomática de Argentina ubicada en la ciudad de Kiev fue sacudida este viernes en el marco de una nueva ofensiva de Rusia contra Ucrania. Se trata de un edificio ubicado en el sexto piso de la calle Ivana Fedorova donde también hay embajadas correspondientes a Portugal, Albania, Palestina, Macedonia del Norte y Montenegro.

Hubo roturas de vidrios en las ventanas, cayeron pedazos de mampostería de los techos y además se rompieron piezas del mobiliario en las oficinas en las que trabaja el personal, según se pudo apreciar en las fotos difundidas el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania. La sede se encuentra ubicada a cinco kilómetros al suroeste del Palacio Mariyinski, la residencia presidencial actualmente ocupada por Volodímir Zelensky. “Estamos bien, solo fueron daños materiales”, declaró vía WhatsApp a Infobaela representante argentina en esa ciudad, Elena Mikusinski.

Cómo fue el ataque
El bombardeo tuvo lugar cerca de las 7 de la mañana y, según le relataron otros testigos al mismo medio, “fue uno de los más fuertes de los últimos días”. Un cura que estaba dando misa enfrente de la embajada argentina agregó que “empezaron a estallar los vidrios, la gente se desesperó y tuvimos que correr inmediatamente a los refugios”. La misma fuente advirtió que “por suerte ocurrió temprano y no un rato más tarde cuando la gente empieza a circular para ir a sus trabajos”.

La primera información sobre el ataque fue dada conocer por el ministro de Exteriores luso, Paulo Rangel, quien además dijo que habían convocado en Lisboa al encargado de Negocios de la embajada rusa para presentar una “protesta formal”. “Esto es altamente condenable. Cualquier ataque de Rusia a Ucrania y a la ciudad de Kiev merece nuestra más fuerte condena, pero es absolutamente inaceptable que pueda haber ataques que tengan impacto o afecten a instalaciones diplomáticas”, señaló.

Más temprano, en otro ataque ruso con misiles balísticos sobre Kiev en la madrugada, se registró al menos un muerto y 12 heridos. Moscú afirmó que la operación respondía a un ataque ucraniano en territorio ruso con armamento fabricado en Estados Unidos.

En la capital de Ucrania se escucharon al menos tres explosiones fuertes poco antes del amanecer. La fuerza aérea ucraniana dijo que interceptó cinco misiles balísticos de corto alcance Iskander lanzados contra la ciudad. Los restos de los misiles provocaron daños e incendios en tres distritos. El ataque dejó sin calefacción a 630 edificios residenciales, 16 instalaciones médicas y 30 escuelas y jardines de infantes.