Inflación: el Gobierno espera que el Indec confirme hoy un dato menor al 3%, tal como ocurrió en octubre

DATO OFICIAL. Las expectativas oficiales y del mercado están alineadas en el mismo sentido: el impacto diluido del aumento de tarifas, la baja del impuesto PAIS y cuál será el efecto de la suba del precio de la carne

Aunque hubo algunos movimientos de precios que se anticiparon al fin de año, el Gobierno espera que el INDEC anuncie esta tarde un dato de inflación por debajo del 3% y en línea con el IPC de octubre, que marcó el nivel más bajo del año y muy cerca de lo que el Presidente denomina la "inflación autoinducida del programa económico". Se refiere esencialmente al ritmo de suba del dólar oficial decidido por el Banco Central, de 2% mensual, que a partir del dato de diciembre, podría recortarse.

Eso ocurrirá siempre y cuando también el registro que se conocerá hoy confirme las expectativas oficiales. Las mediciones privadas, en principio, dan sustento a esa posibilidad. Muchas de ellas arrojaron un indicador incluso levemente por debajo del mes anterior, como el relevamiento de precios de PxQ, la consultora del economista Emmanuel Álvarez Agis, que midió una suba de 2,6%, igual que Equilibra y C&T. Menos aún resultó la medición de Invecq, con un alza de 2,5% mientras que para Analytica y Econométrica, el dato se clavó en el mismo nivel de octubre, es decir, 2,7 por ciento.
Levemente por encima, un pelotón de consultores midieron 2,9%, entre ellas Libertad y Progreso, OJF y también EcoGo, donde señalaron que la variación fue producto de aumento de los precios de los combustibles (2,8%), tarifas de luz y gas (2,5% y 2,7%), prepagas (5% en promedio) y colegios privados (4,5% en CABA y 3,6% en PBA).

En promedio, y en base a pronósticos y no a medición, los economistas y consultoras del mercado prevén que en noviembre la inflación se ubicó en 2,8% y este mes será de 2,9% para volver a bajar en enero. Eso según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, según el cual el IPC abandona definitivamente el 3 adelante.

Además de esos relevamientos privados, el lunes se conoció el dato de inflación de la Ciudad de Buenos, lo que suele considerarse un proxy del dato nacional aun cuando el índice porteño está construido con ponderaciones diferentes al del INDEC. A diferencia del IPC nacional, el de CABA tiene mayor incidencia de los servicios, precisamente la división que avanzó unos 70 puntos porcentuales por encima de los bienes, que son los que más peso tienen en el indicador que promedia todo el país. Así, el 3,2% que anunció el instituto de estadísticas porteño implicaría un registro varias décimas inferior, particularmente si se tiene en cuenta que la suba de taxis de 50% en la Ciudad sumó medio punto.

En contrapartida, el menor impacto de la suba de tarifas podría ser compensado con la suba del precio de la carne, que presiona sobre la categoría alimentos y bebidas. Ese impacto quedará diluido por haberse producido hacia fin de mes pero se diferirá a este mes cuando, además, el precio siguió escalando. Para dimensionar su importancia, por cada 10% que sube el precio de la carne en el mostrador, la inflación acusa un efecto entre 0,7% y 1,3% según la región.

A pesar de eso, la baja del impuesto PAIS que tiene incidencia en muchos otros alimentos y bienes más asociados al dólar o directamente importados, puede contribuir en sentido contrario.

En cualquier caso, la señal que emitió la semana pasada el Banco Central con la baja de tasas de política monetaria y pases activos indica que prevén un dato entre 2,7% y 2,9% no sólo para el mes pasado sino que prevén que se mantendrá ese sendero. Incluso a pesar del salto que podría producirse en diciembre por el típico impacto de fin de año en el consumo y los precios.

De ahí que el dato que se difunde hoy es clave. Al menos así lo planteó Milei cuando definió la secuencia imprescindible para levantar el cepo, es decir, cuando la inflación sea prácticamente "un mal recuerdo", como dijo en su discurso de anoche. La reducción del crawling peg al 1% minimizaría la potencia uno de los motores de la inflación autoinfligida -según la mirada oficial- y sería un paso primordial para llevar el IPC lo más cerca posible al 0%.