Los seguidores de Candela Salazar en Instagram ya activaron el "botón de vacaciones en Bower" después de que la acusaran de estafas por U$S 23.000, o más.
Candela Salazar nunca llegó al millón de seguidores en Instagram pero igual causó una influencia viral con su perfil en el que le enseñaba a su público a convertirse en "nómade digital" y viajar por el mundo. Pero esta semana quedó detenida en Córdoba tras ser denunciada por robar hasta U$S 23.000 a través de sus estafas.
Salazar, de 27 años, reside en Córdoba pero estaba en el Aeropuerto "Ambrosio Taravella" cuando la Policía la interceptó justo cuando acababa de subirse al avión para viajar a la Ciudad de Buenos Aires.
Esta ni siquiera es la primera vez que una -o un- influencer se mete en un problema legal por hacer inversiones con fondos ajenos, pero fuentes de la investigación precisaron que Salazar está acusada junto a Nicolás Gionco, también de 27 años, de engañar a sus seguidores en redes sociales a los que les pidieron dinero que luego se suponía que iban a invertir en criptomonedas.
El problema, básicamente, es que desde mediados de 2022 hasta la fecha los acusados recibieron alrededor de U$S 23.000 y nunca realizaron las inversiones en criptomonedas -ni en otros instrumentos financieros-.
En vez, los socios le hacían creer a sus "inversores" que su dinero estaba trabajando, y que ganarían entre un 10 y un 12% mensuales en concepto de intereses.
A Gionco lo detuvieron esta semana en su casa del barrio Urca, en la Ciudad de Córdoba, y a Salazar debían aprehenderla en su vivienda de la misma zona, pero finalmente efectivos del Departamento de Delitos Económicos, con la colaboración de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) la atraparon en el aeropuerto.
"En estos procedimientos se secuestraron elementos de utilidad para el esclarecimiento de los hechos investigados", aseguraron fuentes del caso.
La detención de Salazar fue orden de la fiscal de distrito dos turno uno, Lourdes Quagliatti.
Cómo operaba la estafa de la influencer
Salazar prometía muchas cosas en su perfil de Instagram, pero la más tentadora era la posibilidad de hacer una guía llamada "De la oficina al mundo", que tenía su seguimiento en redes sociales, y además ofrecía un curso de marketing digital que luego la persona que lo hacía debía revender para recuperar el dinero invertido en su compra.
“Cuando compres el curso tenés la oportunidad de revenderlo y quedarte con el 100% de cada venta”, explicaba Salazar en modo docente para decir que "una venta es igual a 497 dólares. Cinco ventas es igual a 2485 dólares y diez ventas son iguales a 4970 dólares".
"Con muy poca experiencia (y empezando con cero seguidores) podés tener granes resultados. Te lo digo por experiencia propia”, aseguraba la influencer ahora detenida y con un "botón de vacaciones en Bower", según sus seguidores de Instagram.