Se prevé una tormenta geomagnética "fuerte" (G3) que hace probable que auroras boreales iluminen el planeta este fin de semana. Interferencias en las comunicaciones.
El Sol lanzó el jueves pasado la mayor llamarada en casi una década y la más grande de su ciclo solar de 11 años en curso, informó el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA. Y se espera que este domingo llegue a la Tierra una llamarada solar aún más potente.
Añadirá su efecto a la X7.1 por lo que se esperan auroras polares extraordinarias incluso en latitudes medias, visibles de noche en lugares en los que no suelen producirse.
El 10 de mayo, las auroras se habían podido ver en latitudes tan bajas como Canarias o Puerto Rico. También en el hemisferio sur en Australia, Nueva Zelanda, Argentina y Chile.
Según el organismo, la erupción fue identificada como X9.0, donde la letra X representa el grado más potente dentro de la clasificación y la cifra la magnitud de su intensidad, superando la potente explosión de X8,7 registrada en mayo.
De acuerdo con el portal Space.com, la llamarada emanó de la mancha solar AR3842, la misma que provocó la registrada el martes (X7.1), que desató una eyección de masa coronal del Sol (CME), definida como una explosión de plasma y campos magnéticos de la corona solar que puede generar tormentas geomagnéticas en nuestro planeta capaces de alterar las redes eléctricas y otras
En efecto, el reciente evento solar desencadenó una nueva CME que, según la meteoróloga y especialista en pronósticos espaciales Sara Housseal, se dirige hacia la Tierra.El Centro de Predicción del Clima Espacial de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. prevé entre el 4 y el 6 de octubre una tormenta geomagnética de nivel "fuerte" (G3) que hace probable que auroras boreales iluminen el planeta este fin de semana.
*Interferencia en las comunicaciones.:
La actividad electromagnética del Sol puede causar la pérdida de señal en comunicaciones de radio de alta frecuencia e interferir en la señal de los satélites GPS.
Se esperan auroras boreales extraordinarias incluso en latitudes medias, que podrían ser visibles de noche en lugares en los que no se suelen producirse
Puede que no sea este el caso, pero las llamaradas solares pueden ir acompañadas de eyecciones de masa coronal, erupciones de material que pueden alcanzar la Tierra en forma de tormentas solares, produciendo auroras, poniendo en riesgo a los astronautas con un aumento de la radiación e induciendo corrientes eléctricas en los transformadores.
La más potente del siglo había ocurrido en Halloween de 2003. Fue de clase X17 y provocó auroras visibles hasta en latitudes más bajas de lo habitual.
La mayor llamarada solar del último ciclo solar ocurrió en septiembre de 2017 (X13.3). En ese entonces, la ola de radiación, que alcanzó las capas superiores de la atmósfera superior, generó un apagón de radio temporal sobre partes de África y el océano Atlántico, detalla el portal LiveScience.