El Observatorio de los Mundos Habitables busca conocer las sustancias químicas de los cuerpos celestes que orbitan las estrellas.
La NASA presentó el proyecto del Observatorio de los Mundos Habitables (HWO, por sus siglas en inglés) que es un telescopio de última generación cuya función es rastrear oxígeno, metano y vapor de agua, entre otras sustancias que podrían demostrar que existe vida en otros planetas. El estudio pretende analizar las señales vitales por fuera del sistema solar, así como realizar investigaciones astrofísicas. “No vamos a encontrar criaturas verdes, sino biofirmas, o firmas espectrales de estas sustancias químicas” dijo en un comunicado el tecnólogo jefe del Programa de Exploración de Exoplanetas de la NASA, Nick Siegler. Se prevé que el lanzamiento de la misión sea a fines de la década de 2030 o principios de 2040.
El estudio de la NASA
El HWO utilizará un enorme bloqueador de luz externo denominado parasol estelar que se despliega en forma de paraguas desde la nave. Este proceso es importante para ver las partes más tenues de la luz de las estrellas que se reflejan en las atmósferas de los planetas que orbitan alrededor de ellas.
Los compuestos químicos absorben y generan luz en longitudes de ondas únicas, por lo que la claridad que aparece en el entorno de un planeta tiene las huellas de los elementos que lo constituyen. Lo que harán los expertos es investigar estas huellas con un proceso llamado espectroscopia, tomando esta luz. El objetivo del estudio es encontrar biofirmas, es decir, sustancias isotópicas, moleculares que permitan conocer mejor la antigüedad y el presente de la galaxia. Específicamente, los investigadores buscan hallar información sobre los compuestos químicos exhalados o inhalados por seres vivos.